Dead Bronco era un potro salvaje solitario en el panorama musical europeo. Demasiado rápido para el country y el folk y demasiado lento para el punk y otros estilos más duros que chocaban con sus primeros trabajos.
Completamente desbocado, en 2018 Dead Bronco cayó abatido y murió. De sus cenizas resurgió un nuevo culto comandado por el mismo Matt Horan, el jinete que había domado al salvaje caballo durante casi cinco años. Ese año, una nueva formación alumbró ‘Driven by Frustration’, grabado entre los estudios Tio Pete de Bilbao y Drive Division de Santander, un tratado de americana sludge donde el doom, el hardcore y el punk nacían de la esencia de instrumentos acústicos de la tradición musical americana, como si su amado Hank Williams hiciera un disco con Pantera.
La situación del renacido no fue fácil, puesto que tenía un legado que mantener: la banda cuenta con cuatro álbumes propios y un tributo a Hank Williams a sus espaldas, que ha defendido por España, Europa y los Estados Unidos en más de cinco años de carrera. Han sido considerados grupo revelación de los BBC Music Video Awards (2013) y el mejor grupo de rock para PopEye
(2015) y el prestigioso Rock Villa de Madrid (2016), donde también se llevaron el de mejor guitarrista. Al poco tiempo de alumbrar su último disco, compusieron ‘The Shepperd’ (2018) el grito de guerra de la organización ecologista ‘Sea Shepperd’.
Profetas en su tierra, donde han contado sus visitas al Kafe Antzokia de Bilbao por llenos absolutos, así como en el resto de norte, arrastran su mensaje de raíces americanas con influencias de rock and roll, punk y hardcore por cada llanura que pisan, conocedores de que lo difícil que es acabar con algo que ya estuvo muerto. Larga vida a Dead Bronco.